sábado, 27 de noviembre de 2010

La Misión en San Francisco Ocotlán 2010

La Iglesia en América Latina y El Caribe quiere ponerse en "estado permanente de misión" y en la Parroquía de San Francisco Ocotlán desde hace ya varios años estamos en Misión Permanente.

Se trata de fortalecer la dimensión misionera de la Iglesia en el Continente y desde el Continente, iniciando en nuestra propia comunidad. Esto conlleva la decisión de recorrer juntos un itinerario de conversión que nos lleve a ser discípulos misioneros de Jesucristo. En efecto, discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo él nos salva (cf. Hch 4, 12)6.

El "estado permanente de misión" implica ardor interior y confianza plena en el Señor, como también continuidad, firmeza y constancia para llevar nuestras naves mar adentro, con el soplo potente del Espíritu Santo, sin miedo a las tormentas, seguros de que la Providencia de Dios nos deparará grandes sorpresas.

El mismo Espíritu despertará en nosotros la creatividad para encontrar formas diversas para acercarnos, incluso, a los ambientes más difíciles, desarrollando en el misionero la capacidad de convertirse en “pescador de hombres”.

En fin, "estado permanente de misión" implica una gran disponibilidad a repensar y reformar muchas estructuras pastorales, teniendo como principio constitutivo la“espiritualidad de la comunión” y de la audacia misionera. Lo principal es la conversión de las personas.
















Por lo que los grupos de apostado en apoyo de las capillas edificadas a lo largo de la comunidad y el párroco, han llevado a cabo los rosarios de Aurora partiendo de cada uno de estos centros de evangelización hacia un punto en común en donde se celebra la misa de acción de gracias, en donde el párroco explica cada unos de los pasajes del triptico de la misión continental reforzando así nuestro papel como misioneros permanentes desde nuestras actividades diarias.

Después de una semana y recorrer las calles de nuestra comunidad, se realizó la clausura de esta actividad ya permanente con un convivo eucarístico y una convivencia con toda la comunidad, en donde las capillas ofrecieron de forma gratuita alimentos, música, alegría y sobre todo compartiendo el mismo amor por Cristo Jesús.