sábado, 27 de noviembre de 2010

Curso de Consejo Pastoral

El pasado 22 y 29 de Agosto, varias personas previamente elegidas por sus párrocos, fueron seleccionados por ciertos carismas para poder servir a la parroquia sobre todo en la zona del decanato de San Pedro Cholula, asistieron al curso de formación de consejos pastorales, ya que la idea que formar verdaderos equipos encaminados a formar parroquias misioneras alineados al documento de Aparecida, en donde se asume un verdadero compromiso de llevar a cabo un proceso integral de evangelización a todos los niveles de nuestras parroquias, además de abrirnos a la diversidad de una misión permanente en un proceso de cara a las diversas culturas que existen en nuestras comunidades.

La formación de todos los integrantes de evangelización que estará fundada en la Misión Permanente, por lo que el consejo pastoral en conjunto con los párrocos y autoridades eclesiásticas, descansará la estructura y organización de nuestra arquidiócesis.

Por lo que se debe fomentar en todo momento el trabajo en equipo, dejando atrás el ideal de trabajos individualistas, es decir, trabajar todos bajo un mismo fin.

En donde el proceso misionero: encuentro con Jesucristo, conversión, discipulado, comunión, misión. Considerar siempre la diversidad cultural. La formación de los agentes: integral, kerigmática, permanente; en sus cuatro dimensiones: Humana, espiritual, intelectual, pastoral.

El consejo pastoral está formado por el párroco como cabeza, y los laicos, en donde el papel del laico es extremadamente importante y comprometido.

Es importante reconocer el consejo pastoral jamás se debe improvisar, es obra de Jesús, el buen pastor, que nos llama a trabajar junto con él para servir a la comunidad y a la sociedad, buscando en todo momento en bien común.

Cabe mencionar que esta capacitación fue impartida por el consejo pastoral de la arquidiócesis en la casa del campesino de cuautlancingo puebla, y el grupo que Nuestro párroco previamente eligió.

Dios ayude a este equipo para poder llevar a cabo las obras de Dios por el bien de nuestra comunidad.